Por: María del Carmen Fuentes.
Mi corazón se puso a palpitar al aproximarse a Lima, que era mirada generalmente como la capital de la América del Sur, el Tiro del Nuevo Mundo, la fuente de la que surgió durante mucho tiempo todo el oro y la plata del Perú, la sede, en fin, de un gobierno que se establece sobre los desechos sangrientos del pacífico Imperio de los Incas. La fama de esta ciudad ha franqueado los mares y resuena en Europa, pero ¡cuánto hay que rebajar a estas grandes reputaciones que crecen en la lejanía, las que no pueden sino perder, en cuanto se las juzga de cerca!… LEER MÁS
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